martes, 21 de febrero de 2012

¿Son seguras las dietas por internet?

Intervención de Manuel Moñino, presidente de CODNIB en IB3 TV:
http://ib3noticies.com/20120219_177608-les-dietes-per-internet-no-son-segures-ni-fiables.html


El plan dietético sin personalizar, está abocado al fracaso pues la adherencia a esa dieta será mínima o nula… ¡el papel todo lo soporta, incluso lo que está bien!


¿De qué sirve una dieta bien planificada, si no se han tenido en cuenta las características individuales de la persona para la que va dirigida?


Manuel contesta con claridad: DE NADA, no sirven de nada.


Por internet podemos encontrar páginas serias, con información rigurosa y con argumento sólidos que soportan su planteamiento. Pueden ser equilibradas, controlar los parámetros nutricionales básicos de una enfermedad o situación fisiológica determinada. En definitiva pueden estar desarrolladas por dietistas-nutricionistas u otros profesionales que se toman en serio su profesión obviado el conflicto de intereses, aveces con mayor o menor acierto. La red tiene una potencialidad inmensa para interactuar con las personas, y sin duda, la salud es un aspecto que nos interesa a todos. Si uno de cada dos adultos en España presenta un peso superior a lo recomendable y uno de cada tres niños tiene sobrepeso u obesidad, no es extraño que buscar en la red una dieta para perder peso, sea una práctica habitual.


Según la Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad, en la Europa de los 27, más de 211 millones de adultos tenían exceso de peso en el año 2008. El exceso de peso es responsable del 80% de los casos de diabetes tipo 2, del 35% de la cardiopatía isquémica, 55% de la hipertensión arterial y causa en Europa más de 1 millón de muertes cada año. Si esto fuera poco, la obesidad supone más de un 6% del coste sanitario en los estados europeos.


A los dietistas-nutricionista, y quiero pensar que también al respeto de profesionales sanitarios, nos sorprende la proliferación de dietas mágicas, soluciones fantásticas para “perder esos kilos de más”, o las prodigiosas pócimas que teñidas de halos milagrosos prometen lo “ya nadie se cree”, Algunos profesionales sanitarios y no sanitarios hacen "el agosto" con la "operación bikini" a costa de los ciudadanos que piden ayuda para perder peso: 2.100 Millones de Euros se gastan en España en estas "soluciones maravillosas" para tratar el sobrepeso y la obesidad.


Entonces… ¿por qué no se atiende esta necesidad en nuestro Sistema Sanitario Público? No es una casualidad que la población busque soluciones fuera, porque dentro no encuentra lo que necesita.


¿Qué diferencia hay entre una dieta bajada de una página web “seria” y la que le dan a un paciente en el centro de salud? Evidentemente, la diferencia es clara: hay un profesional sanitario por medio. Pero ¿qué hace ese profesional?, lo básico: seleccionar la indicación dietoterapéutica para la patología concreta, por ejemplo la obesidad ( solo faltaba...) Y-A E-S-T-Á, E-S-O E-S T-O-D-O. ¿Qué hay de la valoración del estado nutricional completo, de la individualización de las recomendaciones, de los hábitos del paciente, de sus horarios de comida, de sus preferencias alimentarias, etc.? en definitiva, ¿qué hay de las herramientas y habilidades para asegurar la adherencia a la dieta que se le plantea?. Lo que suele ocurrir en estos casos es lo mismo que la dieta bien planificada que pasa de unas manos a otras: termina no sirviendo para nada... ni para nadie

(http://www.codnib.es/index.php?option=com_content&view=article&id=226%3Aison-seguras-las-dietas-por-internet-personalizar-la-dieta-clave-para-la-adherencia&catid=3%3Aactividades&lang=es)


1 comentario:

Midietacojea dijo...

Completamente de acuerdo en lo hablado sobre personalización y seguimiento.

Una observación en cuanto a lo de "la dieta que le dan a un paciente en un centro de salud".

Desgraciadamente en nuestro entorno sanitario, los planes dietéticos que se prescriben desde sanidad muchas veces siguen cumpliendo estos mismos errores.

Una dieta bajada de internet prescrita por un D-N se enfrentará a las mismas limitaciones que una dieta sacada de un cajón en un hospital.

El problema radica en personalización y segumiento, que es lo que determinará la adhesión.

Y esas características en nuestra sanidad, brillan por su ausencia.