Decíamos ayer que nos íbamos a la conferencia que sobre Dieta mediterránea. Decíamos ayer que El catedrático Jordi Salas-Salvado, y los doctores Emilio Ros y Nancy Babio (esta última dietista-nutricionista y directiva de la AEDN) ahondó en el estudio Predimed. El público siguió con interés las exposiciones y prueba de ello fue el prolongado turno de preguntas y debate que se prolongó a continuación. Finalizada la conferencia recogimos los bártulos y nos fuimos a poner guapos para la fiesta de gala. En un sitio precioso, con vistas a la bahía y al puente símbolo de Sydney compartimos tres horas con dietistas-nutricionistas de todo el mundo. En un ambiente muy distendido se prolongó la velada no más allá de las 10 de la noche, que eso para este país es tarde. Así que satisfechos retornamos al hotel y a dormir.
Hoy es el cuarto día de Congreso (uno de preparación y tres de congreso de verdad). Por la mañana acudiremos a un encuentro con la Asociación de Japón, los anteriores anfitriones, que van a explicar la acción alimentaria y nutricional que tuvo que hacer frente su país tras la catástrofe del tsunami. Todo indica que será muy interesante pues se trata de una acción humanitaria en un país del primer mundo. Estamos acostumbrados a la atención de ayuda en países en desarrollo, pero esta experiencia es muy diferente. Ya os contaré.
El resto del programa es muy interesante pero hay tantas salas y tan diferentes ponencias que resulta difícil decidirse. Todas las de hoy tienen un denominador común: la necesidad de que los dietistas-nutricionistas lideren el sector de la salud y las dietas con la evidencia científica de sus conocimientos como argumento y la práctica avanzada de su ciencia. Suena bien.
Pero lo más importante del día de hoy es, realmente, que es víspera de mañana. Mañana recogemos el testigo. Estaréis todos aquí en nuestro pensamiento y en nuestro compromiso. Os contaré todo cuando acabe. Además, como manda la tradición, Giuseppe será el encargado de ofrecer la última ponencia del Congreso, y hablará del intrusismo. ¡Suerte!
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